
¿Quién es Karl Abraham?
Karl Abraham (1877-1925) fue un médico psicoanalista alemán, discípulo de Sigmund Freud y fundador de la Sociedad Psicoanalítica de Berlín. También estudió y trabajó con Bleuler en la Clínica Burghölzli de Zúrich y en la Clínica Neurológica de Oppenheim en Berlín.
Abraham gozaba de gran reputación entre sus colegas por ser un hombre “íntegro” y poseer una vasta cultura. Además del alemán, hablaba inglés, francés, español, italiano, danés, holandés, latín y griego.
Su principal contribución radica en el estudio de la formación del carácter, aunque también realizó investigaciones significativas sobre la afasia y apraxia, las neurosis traumáticas de guerra (fue médico jefe en el ejército durante la Primera Guerra Mundial), la psicosis maníaco-depresiva, el alcoholismo, la sexualidad, las neurosis obsesivas y las neurosis histéricas, entre otros temas.
También destacan sus estudios sobre el mito de Prometeo, el pintor italo-suizo Segantini y el faraón Akenatón.
Los conceptos de este psicoanalista influyeron especialmente en Melanie Klein (discípula suya) y en Réné Spitz.
Abraham analizó y formó a numerosos psicoanalistas, entre ellos Karen Horney, Theodor Reik, Helen Deutsch, Sandor Rado y Melanie Klein.
Las principales publicaciones de Karl Abraham son:
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Psicoanálisis clínico.
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Alcoholismo, sexualidad infantil y adicción a las drogas.
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Sueños y mitos.
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Notas sobre el tratamiento psicoanalítico de las Psicosis maníaco-depresivas y estados análogos.
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Trastornos sexuales: investigaciones sobre el desarrollo pregenital de la libido.
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La primera etapa pregenital de la libido.
Finalmente, presentamos un breve fragmento de una descripción de Abraham realizada por el psicoanalista inglés y biógrafo de Sigmund Freud, Ernest Jones, con motivo de su defunción. Jones afirmó: “Tenía una refrescante juventud y un incurable optimismo. Era singularmente joven e inclusive, cuando las circunstancias eran apropiadas, podía ser ingenioso. Su comportamiento era era invariablemente jovial, cortés y amistoso”. Más adelante añadía: “La más sobresaliente de todas las cualidades de Abraham, su intrepidez y su integridad, y la integridad estaba para él antes que ninguna otra cosa“..
(Editado por la Dra. Moya Guirao)