hasta finales del siglo XVIII el psicótico es considerado como extremadamente peligroso y se le mantenía encadenado ?
Al médico francés PhilippePinel se le atribuye el gran gesto de desencadenar a los locos o alienados ( lo realizó en el manicomio de Bicêtre en 1793), pero en realidad lo hizo diez años antes que él (1783) Vincenzo Chiarugi en el Asilo Bonifacio de Florencia.
Bernard Hollander (1864- 1934) fue un neuro-psiquiatra inglés, aunque austríaco de nacimiento, defensor de la “Frenología”.
En el año 1883 Hollander viaja desde su Víena natal a Londres para comenzar sus estudios de Fisiología con el afamado fisiólogo David Ferrier, en el prestigioso King’s College. Se gradua en 1898 y empieza a formarse como médico neuropsiquiatra en el British Hospital for Mental Disordes and Brain Diseases.
La Frenología, también llamada Craneología, es una teoría del anatomista y fisiólogo alemán Josef Gall (1758-1828). Gall sostenía que por medio de las protuberancias e irregularidades de la superficie externa del cráneo se podían conocer los rasgos del carácter de las personas. Años más tarde fue Hollander el introductor del novedoso enfoque cuantitativo del diagnóstico frenológico, usando una metodología para medir el cráneo y comparando las medidas con promedios estadísticos. Este psiquiatra inglés también resaltó la necesidad de observar por uno mismo para confirmar la verdad de la Frenología
Bernard Hollander, miembro activo de la Asociación Médica Británica, fundó la Ethological Society y fue presidente de la Franz Joseph Gall Society. Hollander fue el primer editor del “Ethological Journal“, y posteriormente también editó la “Phrenological Review” y “Gall Journal”.
Como psiquiatra hacia incluso una especie de psicoterapia que utilizaba la reeducación, persuasión, sugestión, autosugestión, y el hipnotismo.
En 1902 publica Bernard Hollander su Frenología científica (“Scientific Phrenology; being a practical mental science and guide to human character”) donde escribe sobre: Poderes perceptivos, Poderes reflectantes, Sentimientos éticos, Sentimientos religiosos, Instinto de autoconservación, Instinto de acaparamiento, Instinto secreto, Sentimiento de miedo y Sentimientos egoístas. Todo lo anterior fue clasificado en tres categorias: propensiones, intelecto y sentido moral.
Alrededor de 1907 Hollander empezó a escribir sobre el tratamiento de los locos, la hipnosis, la criminalidad y la filosofía de la educación. De estas publicaciones destacaremos “The psychology of misconduct, vice, and crime”, publicado en 1922.
En 1916 Bernard Hollander publicó un curioso libro dedicado a las enfermedades nerviosas de las mujeres “Nervous disorders of women; the modern psychological conception of their causes, effectss, and rational treatment”, donde entre otras cosas dice que en las enfermedades nerviosas de las mujeres juega un papel importante el factor mental, a diferencia de las enfermedades orgánicas. Hollander afirma también en este libro que hasta hace muy poco tiempo las pacientes que padecían estos trastornos mentales no eran tomadas en serio o su tratamiento se dejaba en manos de personas ajenas a la profesión médica, como los curanderos mentales.
Otras publicaciones de Bernard Hollander son:
1.- “The mental functions of the brain, an investigation into their localisation and their manifestation in health and disease; the revival of phrenology“, editado en 1901.
2.- “In search of the soul and the mechanism of thought, emotion, and conduct“, publicado en 1901.
3.- “The mental symptoms of brain disease : an aid
William Tuke (1732-1822) fue el fundador de un hospital psiquiátrico llamado el “Retiro de York”?
El bisnieto de William, el psiquiatra Daniel Hack Tuke, describió El Retiro como un refugio u oasis de tranquilidad en el que los enfermos mentales fueran tratados de un modo más humano y pudieran recuperarse. Al tratamiento realizado en ese manicomio se le llamó posteriormente “el tratamiento moral de la locura”.
William Tuke fue un gran filántropo que dedicó parta de su fortuna y su tiempo, hasta los ochenta y ocho años, a la gerencia del Retiro de York. Tuke pertenecía a la Sociedad de Amigos, popularmente conocidos como los quaqueros.
Tuke influyó más tarde en John Conolly, pionero del tratamiento de no-restricción de los enfermos mentales. William Tuke fue coetáneo Philippe Pinel, médico francés que desencadenó a los locos o alienados del manicomio de Bicêtre en 1793.
en 1925 un grupo de artistas y escritores franceses firmaron un manifiesto en nombre de lo que denominaron la “revolución surrealista” ?
Este manifiesto del grupo de artistas y escritores surrealistas se dirigió a los directores de los hospitales psiquiátricos de Francia. Entre otras cosas escribieron lo siguiente:
“Mañana, a la hora de la visita, cuando ustedes intenten sin la ayuda de léxico alguno comunicarse con estos hombres, podrán ustedes recordar y reconocer que solo tienen sobre ellos una superioridad: la fuerza“.
La voz se alzó por las inhumanas condiciones en las cuales vivían los enfermos mentales en los manicomios de esa época.
Finalmente, recordemos que Pinel, el eminente médico francés, quitó las cadenas a los locos del manicomio de Bicêtre en el siglo XVIII. En ese y otros manicomios era usual mantener atados con cadenas a los enfermos mentales.
En un mundo de locos, solo los locos están cuerdos.
Pregunta : Me interesó sobremanera aquel aserto que dice “El hombre no está loco; es el mundo el que lo está”. El hombre está condicionado para vivir en sociedad, pero esta sociedad puede facilitarle su adecuación y progreso, como también -en varios casos- inferirle heridas psicológicas y existenciales muy profundas.
Respuesta : Interesante aserto para reflexionar….
Recordemos también la frase del cineasta japones Akira Kurosawa: “En un mundo de locos, solo los locos están cuerdos”.
O la de la escritora estadounidense Ursula K. Le Guin : “¿Qué persona cuerda podría vivir en este mundo y no estar loco?”.
Son muchas las corrientes psiquiátricas y psicológicas que han estudiado la influencia negativa de la sociedad en la salud mental de los seres humanos. Entre los psiquiatras que en el último siglo sostenían que el hombre no estaba loco, sino que era el mundo el que lo estaba, merece citarse a Ronald Laing, el padre de la Antipsiquiatría.
También la corriente existencialista iría en la misma línea. Autores como el fundador del Psicoanálisis Existencial, Ludwig Binswanger escribieron acerca del papel que juegan los factores sociales o ambientales en la etiología.de las enfermedades mentales.
durante años era costumbre en Londres las visitas al manicomio para ver a los “locos” ?
En la ciudad de Londres (Reino Unido) todos los domingos el manicomio deBethlehem Royal Hospital estaba abierto al público. Los visitantes que asistían a la exhibición de los “locos” pagaban una entrada de medio penique. Según los archivos de este hospital en el siglo XVIII el manicomio recaudó por este concepto unas 400 libras anuales. Un simple cálculo matemático nos dice que cada año unas 100.000 personas pagaron por ver a los enfermos mentales del Bethlehem Hospital, lo cual representa un número enorme de visitantes. En 1.700 el censo de Londres era de medio millón de habitantes.
El pintor inglés William Hogarth (1697-1764) dejó constancia gráfica de este hecho en un grabado titulado “A Rake’s Progress”.
Los enfermos mentales han sido objeto de burlas y escarnio en muchas culturas durante siglos; afortunadamente ésto ya forma parte del pasado.
Un médico, un psiquiatra, o un psicólogo tienen conocimientos para distinguir si un sujeto finge estar loco.
Pregunta : ¿ Una persona puede fingir la locura y que un Psicólogo crea que es verdad ?
Respuesta : Sí, puede hacerse. Pero un médico, un psiquiatra, o un psicólogo tienen, o deben tener, conocimientos suficientes para diferenciar cuando un sujeto padece un trastorno mental, o cualquier otra enfermedad, y cuando la está fingiendo.
Hay personas que simulan padecer una determinada enfermedad por diferentes razones, por ejemplo, cobrar la prima de un seguro, lograr una pensión por invalidez, etc. Cuando existía en España el servicio militar obligatorio era frecuente que algunos chicos simularan estar locos para no ir al ejército.
Los psiquiatras forenses y psicólogos a veces tienen que testificar en los tribunales sobre si un determinado individuo padece o no una enfermedad mental, o la está fingiendo para eludir el peso de la justicia.
Ciertamente un simulador puede “engañar” a un psicólogo poco experimentado.
Pero, !ojo!, que a veces haybrotes psicóticos donde el enfermo tiene momentos de lucidez. Es decir, no simula la locura, sino que, como solemos decir los médico, entra y sale del brote.