En 1906 Sigmund Freud publicó un libro titulado “El chiste y su relación con el inconsciente“. El mismo Freud, en las primeras páginas del libro, da una explicación de las razones que le llevaron a estudiar un fenómeno tan universal y común como es el chiste, que en principio parece tan alejado de la Psiquiatría. Escribió Freud lo siguiente:
“El dedicar atención al chiste viene motivado por la íntima conexión de todos los procesos anímicos, merced a la cual un descubrimiento realizado en un dominio psíquico cualquiera adquiere, con relación a otro diferente dominio, un valor extraordinariamente mayor que el que en un principio nos pareció poseer“.
El segundo capítulo lo dedica Sigmund Freud a las técnicas del chiste. Escribe: “Nuestra investigación ha demostrado que la brevedad del chiste es con frecuencia el resultado de un proceso especial que en la expresión verbal del mismo ha dejado una segunda huella: la formación sustitutiva”.
También dice que para la citada característica de la “brevedad” del chiste se realiza una condensación, similar a la que el mismo ya describió en el proceso de elaboración onírica de los sueños.
Al final del capítulo Freud resume las diferentes técnicas del chiste así:
1. – Condensación: a) con formación de palabras mixtas; b) con modificaciones.
2. – Empleo múltiple de un mismo material: c) total o fragmentariamente; d) variación del orden; e) con ligeras modificaciones; f) con las mismas palabras, con o sin sentido.
3.- Doble sentido: g) significando tanto un nombre como una cosa; h)significación metafórica y literal; i) doble sentido propiamente dicho (juego de palabras); j) equívoco; k)–doble sentido con alusión.
Freud a continuación relata una serie de chistes acerca de los judíos y su fama de no lavarse con frecuencia. y añade. “Hemos visto en los ejemplos que la elaboración del chiste se sirve de desviaciones del pensamiento normal, el desplazamiento y el contrasentido, como medio técnico para elaborar la expresión chistosa“.
Y en los que respecta a los llamados “chistes intelectuales” dice que la técnica es muy peculiar pues usa la representación por lo homogéneo o conexo, desplazamiento, errores intelectuales, contrasentido, representación indirecta y representación antinómica similares a la técnica utilizada en la elaboración de los sueños.
En los siguientes capítulos escribe Freud sobre los chistes de carácter sexual y sobre el chiste como fenómeno social. Sobre esto último escribe:
“A la elaboración del chiste se haya dedicado el impulso a comunicarlo….. También la comunicación de lo cómico nos proporciona un placer, pero el impulso que a ello nos lleva no es ya tan imperativo: lo cómico puede ser gozado aisladamente allí donde surge ante nosotros. En cambio, nos vemos obligados a comunicar el chiste”…..”la risa pertenece a las manifestaciones más contagiosas de los estados psíquicos”.
Más adelante, en otro capítulo del libro Sigmund Freud afirma que aunque en las técnicas de elaboración del chiste y en las de los sueños hay similitudes, también existen diferencias.
“El sueño es un producto anímico totalmente asocial. No tiene nada que comunicar a nadie. Nacido en lo íntimo del sujeto como transacción entre las fuerzas psíquicas que en el luchan, permanece incomprensible incluso para el mismo… En cambio, el chiste es la más social de todas las funciones anímicas encaminadas a la consecución de placer. Precisa de dos o más personas”…. El sueño y chiste surgen en dominios totalmente diferentes de la vida anímica y en puntos del sistema psicológico muy alejados uno de otro. “El sueño es siempre un deseo, aunque irreconocible, y el chiste, un juego desarrollado. El sueño, conserva, a pesar de su nulidad práctica, una relación con grandes intereses vitales. En cambio, el chiste busca extraer una pequeña consecuencia de placer de la simple actividad, carente de toda necesidad, de nuestro aparato anímico, y más tarde, lograr tal aportación de la actividad del mismo, y de este modo llega secundariamente a importantes funciones dirigidas hacia el mundo exterior. “El sueño se encamina predominantemente al ahorro de displacer, el chiste, a la consecución de placer”.
Otra tema interesante del que por primera vez habla Freud es la similitud entre los sueños y los delirios psicóticos, hipótesis más tarde confirmada por John Rosen en sus estudios sobre la Esquizofrenia.
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(Editado por la Dra. Moya Guirao)
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