¿Qué ocurre cuando a una persona se le priva del sueño o de alguna de sus fases?
William Charles Dement, médico estadounidense fundador del primer laboratorio del sueño en la Universidad de Stanford, fue el primero en aplicar la deprivación selectiva de la fase REM (la fase en la cual soñamos) a una persona mientras dormía. Dement y sus ayudantes despertaban a los sujetos experimentales inmediatamente después del comienzo de cada período de sueño REM. Al ser la fase REM la fase en la cual soñamos, digamos que a los sujetos se les permitía dormir las fases NREM, pero no se les dejaba soñar (*) o, lo que es lo mismo, tener la fase REM. Después de hacer ésto en varias ocasiones Dement observó dos cosas:
1.- Que la frecuencia de los periodos REM aumentaba a un ritmo superior al normal a lo largo de cada noche, y que se hacían más acentuados durante la noche que seguía a la de privación del sueño REM.
2.- Los sujetos manifestaban aumentos significativos en la duración de cada fase REM, en comparación con las noches previas a la de privación, en las que se les permitía dormir sin ninguna alteración en el dormir o en las llamadas noches de recuperación que tenían lugar después de la de privación del sueño.
Además, en todos los sujetos del experimento de privación del sueño REM se observaron ciertos cambios psicológicos al despertar en la mañana: alucinaciones, aumento del apetito, ansiedad, irritabilidad y dificultades en la concentración. Sin embargo, fenómenos psicológicos similares no aparecieron en las noches de control o en las que se les despertaba en fases NREM.
En resumen, en esta seríe de experimentos llevados a cabo por William C. Dement no se observó cambio alguno en las pautas del sueño después de una serie posterior de noches de control en las que los mismos sujetos eran despertados el mismo número de veces, pero en lugar de hacerlo durante la fase REM, se hacía en la fase NREM y, en consecuencia, a los sujetos si se les permitía soñar.
En base a estos resultados Dement llegó a la conclusión de que existía una necesidad específica de sueño REM que debía ser satisfecha en un tiempo posterior, cuando a los sujetos les era permitido dormir de una manera natural. Dement propuso también la hipótesis de que las ideas delirantes y las alucinaciones que surgían después de la deprivación del sueño REM se debían precisamente a esa carencia de sueño REM y no a la pérdida del sueño total. Las ilusiones y las alucinaciones que surgieron tras la deprivación del sueño REM eran en general de tipo visual y táctil, pero no auditivas que son las propias de la Esquizofrenia.
También se han estudiado los efectos de la privación total de sueño, tanto REM como NREM. En la deprivación total del dormir, es decir de todas las feses del sueño, los cambios conductuales durante la deprivación de sueño total son espectaculares. En estos casos hay un aumento de la fatiga, inestabilidad, aparición de sentimientos de persecución, alteraciones perceptivas y desorientación. Estos cambios son mayores después de 100 horas de privación total de sueño, y van progresivamente aumentando según van pasando las horas sin dormir.
Los cambios que se producen en la deprivación total de sueño no son duraderos, pues cuando a estos sujetos se les vuelve a dejar que duerman todo lo que deseen se van recuperando rápidamente; en otras palabras, no existen efectos patológicos permanentes, tan solo se dan éstos durante el periodo de privación del sueño.
(*) No confundir el que la persona no recuerde lo que ha soñado con la deprivación del soñar. Cuando hay deprivación del soñar o fase REM hay la constancia de que asi ha ocurrido, según nos lo indica el registro encefalográfico. Pero es relativamente frecuente que muchas personas no recuerdan los sueños, pero sí han existido.
(Editado por la Dra. Moya Guirao)
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