¿Sabías que…..
según un reciente estudio se ha comprobado que las diferentes maneras de formular una pregunta influye en la veracidad de la respuesta?
En realidad no ha sido un solo estudio, sino cuatro, realizados bajo la dirección de la Dra. Julia A. Minson, de la Harvard Kennedy School.
Por ejemplo, y más concretamente, en uno de los estudios se solicitó a los participantes que vendieran un dispositivo electrónico usado a un comprador ficticio (que en realidad era miembro de nuestro equipo de investigación). Se le dijo al vendedor que el dispositivo se había congelado en el pasado y había perdido toda la música almacenada. Pues bien, el vendedor revelaba ese dato según le preguntase el comprador. Si el comprador preguntaba “¿Qué problemas tiene?”, el 89% de los vendedores respondieron con sinceridad y mencionaron el historial de fallas. Sin embargo, cuando se le preguntó a la pregunta más educada (pero menos asertiva) “No tiene ningún problema, ¿verdad?“, Solo el 61% de los vendedores mencionaron que el dispositivo se había bloqueado. Pero la cosa fue aún peor cuando los compradores les formularon una pregunta general “¿Qué pueden decirme al respecto?“. En este caso solo el 8% de estos vendedores revelaron la verdad sobre el historial de fallas del dispositivo.
Por lo tanto se hicieron tres tipos de preguntas:
a) preguntas de suposición negativa, es decir, las que presuponían la existencia de un problema.
b) preguntas de suposición positiva, o sea las que presuponían la ausencia de problemas.
c) preguntas generales.
En el primer estudio ocurrió que las preguntas sobre supuestos negativos promovieron una mayor divulgación de conductas indeseableslas relacionadas con el trabajo que las suposiciones positivas o generales.
En el segundo estudio las preguntas sobre supuestos negativos aumentaron la divulgación de información no deseada, en relación con las preguntas sobre supuestos positivos y las preguntas generales
El tercer estudio demostró que la relación entre el tipo de pregunta y la veracidad de las respuestas se basa en inferencias de asertividad y conocimiento sobre el interrogador.
En el cuarto estudio se vió que hacer preguntas asertivas con respecto a conductas poco comunes llevó a que la pregunta se evaluara más negativamente.
En resumen, como ustedes han podido ver las preguntas directas y asertivas son las que pueden lograr una respuesta más sincera, mientras que en los otros dos tipos de preguntas la posibilidad de ser engañados es más elevada.
Los resultados de la citada investigación han sido publicados en Science Direct bajo el siguiente titulo: “Eliciting the truth, the whole truth, and nothing but the truth: The effect of question phrasing on deception”.
Lo anterior puede también ser de gran importancia a la hora de una entrevista de trabajo.
(Editado por la Dra. Moya Guirao)
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