Su biógrafo, el psicoanalista inglés Ernest Jones, nos cuenta algunas cosas que nos hacen ver que tipo de persona era Sigmund Freud, tanto en lo que respecta a su vida personal como a la profesional. Y en relación a esta última encontramos los siguiente:
Freud era una persona muy honesta y muy ético como médico. Nos da idea de ello que era tremendamente cuidadoso a la hora de preservar el anonimato de sus pacientes en sus publicaciones, incluso sobre algunos casos muy interesantes no escribió por temor a que fueran identificados.
Sigmund Freud fue también un gran “observador clínico”, un magnífico investigador, trabajador y luchador incansable, y una persona tremendamente culta. Freud fue además un investigador valiente y honesto que no dudo en ir modificando sus teorías a medida que hacía nuevos descubrimientos. Afirmaba Freud “Cuando los datos empíricos o los hechos contradicen la teoría, ésta debe ser modificada y no los datos”.
Escribió Ernest Jones: A Freud le guiaba una incansable búsqueda de la “verdad” y del “por qué”. Freud pensaba que los síntomas debían tener alguna explicación, y ello le llevó a buscar las causas de los trastornos psíquicos. En relación a esto último decía Sigmund Freud: “No es posible luchar contra un enemigo invisible”.
en el año en 1895 JosefBreuer y Sigmund Freud publicaron un libro titulado “Estudios sobre la Histeria” ?
Lo interesante de este libro es que en el mismo podemos ver como evolucionó Freud en el tratamiento de la histeria, desde la hipnosis al análisis o psicoanálisis. El dejó de lado, por ineficaces, las terapias de la época, las cuales consistían en baños de salvado, baños con agua fría, descargas eléctricas, y otras muchas.
También en este libro Freud y Breuer hablan de la histeria traumática (lo que hoy conocemos como Trastorno de estrés postraumático) en la que un trauma ha provocado unos síntomas neuróticos, y en los que se ve claramente la relación causal entre el trauma vivido y los síntomas.
En lo referente a las posibles causas de esta serie de síntomas neuróticos escriben:“Con frecuencia la causa de los fenómenos patológicos que el paciente presenta esta relacionado con sucesos de su infancia”. Aunque Freud también nos cuenta en este libro que la inmensa mayoría de los casos de dolores histéricos había existido, al principio, un dolor real de naturaleza orgánica.
Cuando Sigmund Freud regresó a Víena, a finales de 1889, después de haber conocido las enseñanzas de Charcot, de Liébault y de Bernheim, abrió su consultorio privado y empezó a familiarizarse con las manifestaciones patológicas de la histeria, pues una gran cantidad de los trastornos que sus pacientes presentaban eran de naturaleza psico- neurótica. En Estudios sobre la Histeria, Freud y Breuer presentan una serie de casos de pacientes con síntomas histéricos tales como neuralgias, anestesias, contracturas, parálisis, convulsiones, vómitos, anorexia, repulsa al alimento, alucinaciones visuales, etc., todas ellas psíquicas o de naturaleza psico- neurótica, más que neurológicas.
En “Estudios sobre la Histeria” encontramos los siguientes casos:
1.- Anna O. (tratada por Breuer) que padecía contractura del brazo derecho, anestesia, parestesias, y, además, durante año y medio olvidó por completo su idioma natal, no pudiendo hablar, escribir ni comprender sino el inglés.
Joseph Breuer era un anciano médico muy reconocido en Víena. Cuando Sigmund Freud estaba investigando en el Instituto de Fisiología de Brücke, Breuer le contó el insólito caso de una mujer a la que había tratado durante un año y medio, de diciembre de 1880 a junio de 1882, y esta no era otra que la señorita Anna O. Fueron las conversaciones con Breuer las que indujeron a Freud al estudio de la psicopatología.
2.- Emy von N. En este caso Sigmund Freud utiliza por primera vez el método catártico. La enferma presentaba tartamudez, agitación, contracciones, alucinaciones visuales, y miedo a ser enterrada viva (Tafofobia), entre otros síntomas histéricos.
Escribio Ortega y Gasset lo siguiente: “ Han sido, en efecto, las ideas de Freud la creación más original y sugestiva que en los últimos años ha cruzado el horizonte de la Psiquiatría……La claridad, no exenta de elegancia con que Freud expone sus pensamientos, proporciona a su obra un círculo de expansión indefinido. Todo el mundo, no solo el médico o el psicólogo, puede entender a Freud.”
Y unas líneas más abajo añade :”Freud tuvo la osadía de querer curar, cualquiera que fuese la castidad lógica de los procedimientos. Para ello se resolvió a tomar en serio el carácter de mentales y no somáticos, que se atribuye a ciertos trastornos. Pensó que, en verdad, la psique, como tal, podía hallarse valetudinaria, sufrir heridas psíquicas, padecer como hernias espirituales, a que solo podía aplicarse la cirugía psicológica. De aquí nació el PSICOANALISIS…..De tal propósito surgió para Freud la necesidad de elaborar todo un sistema psicológico, construido con observaciones auténticas y arriesgadas hipótesis.”
Finaliza el prólogo diciendo:” El libro presente es el más adecuado para introducir en el pensamiento freudiano a las gentes curiosas que hasta ahora lo desconocían. Poco a poco se va viendo en él aparecer el ingenioso edificio de observaciones y supuestos con que Freud pone cerco al secreto palpitante de nuestra intimidad psíquica.”
La citada primera edición de las obras completas del padre del Psicoanálisis se realizó en el año 1922.
en 1911 el gran filósofo español José Ortega y Gasset publicó, en el diario” La Prensa” de Buenos Aires (Argentina), un artículo sobre Sigmund Freud ?
En dicho escrito decía lo siguiente :
“ …en Víena ha aparecido un hombre que adivina los sueños. ….este judío adivino reviste nada menos que la dignidad de profesor de enfermedades nerviosas en la Universidad de Víena….El doctor Sigmund Freud, que así se llama,….la novedad de sus teorías terapéuticas han levantado en contra suya sinnúmero de enemigos rabiosos que no vacilan en acusarle de ligereza científica, en declarar perniciosos y casi perseguibles sus métodos curativos y en hacer propaganda entre los enfermos y sanatorios para que no se sometan a ellos……
Pero la adivinación de los sueños no es una ocurrencia fortuita que tuvo una tarde feliz el profesor Freud, sino un detalle de todo un complejo sistema de estudios médicos y de investigaciones psicológicas…
Freud es un psiquiatra que, por primera vez ha tomado en serio eso de que las almas enferman, y se ha propuesto curarlas directamente, no por el intermediario corporal…. ¿ Cual será el porvenir de esta idea naciente ?….”
En cierta ocasión, una angustiada madre estadounidense le escribió a Sigmund Freud, el creador del Psicoanálisis, una carta pidiéndole consejo sobre su hijo. Esta psiquiatra le respondió lo siguiente:
“Querida señora, Deduzco de su carta que su hijo es un homosexual. Me impresiona mucho el hecho de que usted no mencione esta palabra en su información sobre él. ¿Puedo preguntarle por qué evita el uso de ese término ?. La homosexualidad no es, desde luego, una ventaja, pero tampoco es nada de lo que uno deba avergonzarse, un vicio o una degradación, ni puede clasificarse como una enfermedad ; nosotros la consideramos como una variante de la función sexual, producto de una detención en el desarrollo sexual. Muchos individuos altamente respetables de tiempos antiguos y modernos, entre ellos varios de los más grandes (Platón, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, etc.) fueron homosexuales. Es una gran injusticia perseguir la homosexualidad como un crimen, y es también una crueldad. Si Usted no me cree a mi lea los libros de Ellis.(1)
Cuando usted me pregunta si puedo ayudarle, debo suponer que lo que usted me pregunta es si puedo abolir la homosexualidad y hacer ocupar su lugar por la heterosexualidad. La respuesta, en términos generales, es que no podemos prometerlo. Eso depende de la edad del individuo. Si su hijo es desdichado, neurótico, si vive desgarrado por sus conflictos e inhibiciones en su vida social, el psicoanálisis puede traerle armonía, tranquilidad mental, completa eficiencia, ya siga siendo homosexual o cambie. Sinceramente suyo”.
Sigmund Freud
Esta misiva fue escrita por Freud en 1935, y durante treinta años más la American Psychiatric Association siguió considerando a la homosexualidad como una enfermedad. Por tanto, en esto, como en tantos otros temas, Freud se adelantó a su tiempo, lo cual escandalizó a los médicos y a la sociedad victoriana de su época, creando una leyenda negra que aún hoy perdura en determinados círculos y países.
Hoy vamos a recomendar un interesante libro: “Cartas de Sigmund Freud a Jeanne Lampl-de Groot” (“The Letters of Sigmund Freud to Jeanne Lampl-de Groot, 1921–1939: Psychoanalysis and Politics in the Interwar Years“).
Ha sido la psicoanalista Gertie Bögels quien se ha encargado de la edición de las 76 cartas que Sigmund Freud escribió a Jeanne Lampl-de Groot; dichas cartas se conservan en la Biblioteca del Congreso, en Washington DC. Gertie Bögels es una psiquiatra y psicoanalista del Centro Médico de la Universidad de Nimega, Holanda. Gertie Bögels también es ex-coeditora del periódico holandés “Tijdschrift voor Psychoanalyse“. Además, en este libro, Gertie Bögels incluye algunas cartas enviadas por Lampl-de Groot a sus padres, en las que pueden verse sus reflexiuones sobre el desarrollo de algunos conceptos psicoanalíticos, como la pulsión de muerte, el masoquismo y la duración de un Psicoanálisis.
Se da la circunstancia de que Jeanne Lampl-de Groot fue la supervisora de la Dra. Bögels durante su formación analítica.
Pero, ¿quién fue Jeanne Lampl-de Groot?
Jeanne Lampl-de Groot (1895 –1987), nacida De Groot, fue una eminente psicoanalista holandesa, discípula de Sigmund Freud, con quien también realizó su análisis didáctico. Lampl-de Groot completó su formación en el Instituto Psicoanalítico de Berlín (de 1925 a 1933). De vuelta a Holanda, fundó, junto con su esposo Hans Lampl, al cual precisamente había conocido durante su formación en Berlín, el Instituto Psicoanalítico Holandés.
Mujer inteligente y culta, realizó importantes contribuciones a la teoría y práctica del Psicoanálisis. En 1963 fue nombrada vicepresidenta honoraria de la Asociación Psicoanalítica Internacional; en 1970 fue nombrada Doctor Honoris Causa de la Universidad de Amsterdam, y en 1971 pasó a ser miembro honorario de la Sociedad Holandesa de Psiquiatría y Neurología.
Las misivas que Jeanne Lampl-de Groot envió a Freud no se conservan, pues fue la misma Jeanne Lampl-de Groot pidió a Anna Freud que las destruyera. Se cree que en dichas cartas, Jeanne Lampl-de Groot debió contar a Sigmund Freud sus ideas sobre el desarrollo psicosexual femenino.
El Psicoanálisis es una corriente de pensamiento y una forma de terapia psicológica fundada por Sigmund Freud a fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
Sigmund Freud fue un médico y neurólogo austriaco, especializado en el estudio y tratamiento de las enfermedades mentales, que desarrolló un enfoque revolucionario para comprender la mente humana y su funcionamiento psicológico. Por todo lo anterior, Freud es considerado el “padre del psicoanálisis“.
¿Cómo fueron los comienzos?
Durante sus primeros años de práctica médica, Sigmund Freud trabajó con pacientes que padecían de Neurosis Histérica, una patología que se consideraba exclusiva de las mujeres en aquella época y que presentaba síntomas físicos sin una causa médica u orgánica evidente. Freud fue el primero en presentar un caso de histeria masculina en la Sociedad Médica de Viena.
Freud descubrió que los síntomas físicos de la histeria eran el resultado de conflictos psicológicos no resueltos y experiencias traumáticas del pasado que se habían reprimido en el inconsciente. Fueron precisamente sus investigaciones con estos primeros casos de Histeria los que le llevaron a desarrollar su teoría del inconsciente dinámico.
Sigmund Freud descubrió que gran parte de la vida mental y emocional de las personas opera a nivel inconsciente. Estos procesos inconscientes pueden ser analizados y comprendidos a través de la asociación libre y la interpretación de los sueños, entre otras técnicas.
¿Qué papel juegan los sueños en la psicoterapia psicoanalítica?
Freud mediante su técnica de la interpretación de los sueños de sus pacientes descubría los significados ocultos de los mismos y los deseos inconscientes que habían sido reprimidos.
¿De cuántas partes estructurales consta la mente según Freud?
Según Sigmund Freud la mente posee tres partes estructurales: el ELLO, el YO y el SUPERYO.
1.- El ELLO representa los impulsos y deseos primitivos,
2.- El YO es la parte consciente y racional que busca equilibrar los impulsos del ello y las demandas del superyó,
3.- El SUPERYO representa las normas sociales y morales internalizadas.
En la terapia psicoanalítica el terapeuta proporciona un ambiente seguro y libre de juicio, donde el paciente puede explorar y expresar sus pensamientos, sentimientos y recuerdos, incluidos aquellos que están ocultos en el inconsciente. A través de la interpretación y la exploración de los procesos inconscientes, se busca lograr una comprensión más profunda de los conflictos internos y promover la resolución de los mismos.
¿ En qué ha influido el Psicoanálisis?
El psicoanálisis ha influido en muchos campos, no solo en la Psicología y la Medicina, sino también en la Antropología y la Sociología, entre otras disciplinas.
Hippolyte Bernheim fue un neuro-psiquiatra francés, fundador de la llamada “Ecole de Nancy“, y famoso por sus tratamientos con la hipnosis. Bernheim, de origen judío, nació en Mulhouse en 1840.
Hippolyte Bernheim realizó sus estudios de medicina en la Facultad de Estrasburgo, defendiendo su tesis sobre la “Miocarditis aguda” en 1867. Posteriormente fue profesor en dicha universidad hasta el comienzo de la guerra franco-prusiana, lo que le obligó a trasladar su residencia a la ciudad de Nancy, ya que Estrasburgo pasó a pertenecer a Alemania. Cuando acabo sus estudios de medicina realizo una estancia de dos años en París con Trousseau, y otra de 6 meses con Virchow en Berlín.
Instalado en Nancy trabajó en la Clínica Médica de Matthieu Hirtz, llegando a ser director de la misma con tan solo 33 años al jubilarse el Dr. Hirtz.
En un principio Bernheim prefirió la cardiología, siendo el primero que describió el aplastamiento del ventrículo derecho cuando hay una hipertrofia del ventrículo izquierdo, los signos de la asistolia y su causa. Pasados algunos años Bernheim empezó a interesarse en las enfermedades mentales y la hipnosis.
En su discurso de jubilación Bernheim explicó sus comienzos con el tratamiento de las enfermedades mentales mediante hipnosis:
“Llevaba trece años enseñando cuando ocurrió un incidente que influyó decisivamente en mi desarrollo científico. Supe por casualidad que, en un suburbio de Nancy, un modesto médico del campo, cuyo nombre casi ningún colega conocía, estaba tratando a los enfermos de forma gratuita gracias al sueño inducido y obteniendo curas. Fui a verlo con el mayor escepticismo. Conocí a Ambroise-Auguste Liébeault y su método terapéutico. Popularicé y perfeccioné su doctrina que se convirtió en la Escuela de Nancy…En la prensa médica hubo un coro de duras críticas por parte de unos, una conspiración de silencio por parte de otros; no una voz de aprobación“.
En su libro “De la Sugestión en el estado hipnótico y en el estado de vigilia“, publicado en 1.884, Bernheim explicaba como realizaba la hipnosis. Solía decir lo siguiente a la persona que quería hipnotizar:
“Empiezo diciéndole al paciente que no se trata de una práctica nociva o extraordinaria; que es un sueño que se puede inducir en todas personas; un sueño tranquilo, benéfico, que restablece el equilibrio del sistema nervioso. Entonces le digo: Mírame bien y piensa sólo en dormir. Sentirás pesadez en los párpados, tus párpados se están cerrando, ya no puedes abrirlos. Sientes pesadez en tus brazos, en tus piernas,… y añado en un tono un tanto imperioso: “¡Duerme! “
.Simultáneamente en París el célebre neuro-psiquiatra Jean Martin Charcot también practicaba la hipnosis, pero con distintas tesis que la escuela de Nancy. Para Charcot, la hipnosis, que el había descubierto durante un espectáculo teatral, es un estado patológico ligado a la histeria. En la época de Charcot el hospital parisino de mujeres de la Salpêtrière se convirtió en un lugar de encuentro social de todo