¿Cómo es el psicoanálisis actual?
Para responder a esta pregunat vamos a referirnos a un trabajo del psicoanalista norteamericano Jonathan Shedler, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, titulado “That was then, this is now” (Aquello era antes, esto es ahora) con el siguiente subtítulo: ” Una introducción a la Terapia Psicoanalítica contemporánea”.
Jonathan Shedler es un reputado psicoanalista y profesor en la facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, que tiene en su haber numerosas publicaciones, entre las cuales destaca “La eficacia del psicoanálisis” (2010), donde realiza una revisión exhaustiva de la evidencia empírica respecto a la Psicoterapia Psicoanalítica, la más antigua de las psicoterapias.
En la introducción de la publicación a la que nos estamos refiriendo dice: “Lo escribí porque los libros existentes no satisfacían las necesidades de mis alumnos. Muchas introducciones clásicas a la terapia psicoanalítica son anticuadas, otros contienen demasiada jerga para ser accesibles”
Y continúa diciendo Shedler: “Doy un curso de terapia psicoanalítica para estudiantes de doctorado en Psicología Clínica….Comienzo pidiendo a los estudiantes que escriban sus creencias sobre la terapia psicoanalítica. La mayoría expresa pre-conceptos altamente inexactos y peyorativos….ideas preconcebidas que no provienen de encuentros de primera mano con profesionales psicoanalíticos, sino de representaciones de los medios, de profesores de Psicología de pregrado que se refieren a conceptos psicoanalíticos en sus cursos pero entienden poco sobre ellos, y de libros de texto que presentan caricaturas de teorías psicoanalíticas que estaban desactualizadas”.
Frecuentemente a nosotros nos ocurre lo mismo cuando preguntamos a recién licenciados en Psicología o Medicina, especialmente en la primera, donde algunos profesores, con cero experiencia clínica, imparten clases donde hablan de las terapias psicodinámicas de “oídas”.
Parece que esto no solo ocurre en las universidades de nuestro país, pues relata Shedler, que estudió en la prestigiosa Universidad de Columbia de los Estados Unidos de América, algo similar: “No solo ninguno de mis profesores en Columbia había visto a un paciente real, pero nadie tenía ningún interés profesional en los sueños, las pasiones humanas o la vida vital. elecciones, amor, u odio, o dolor emocional, o locura, o conflicto psicológico ….tomé un curso de personalidad y “cubrimos” a Freud. La profesora nunca, por supuesto, había practicado psicoanálisis, o se había sometido a psicoanálisis, o leído cualquier escrito contemporáneo psicoanalítico, o había tenido alguna vez (estoy bastante seguro) una conversación significativa con un practicante psicoanalítico“.
Escribe Shedler más adelante: “Algunos de los conceptos erróneos más memorables son: que la terapia psicoanalítica se aplica solo a privilegiados y ricos; que los conceptos y tratamientos psicoanalíticos carecen de apoyo empírico; que los psicoanalistas “reducen todo” al sexo y la agresión; que guardan pacientes en tratamiento a largo plazo simplemente por ganancia financiera; que las teorías psicoanalíticas son sexistas, racistas o clasistas; que Sigmund Freud, el creador del psicoanálisis, era un adicto a la cocaína que desarrolló sus teorías bajo la influencia de esta droga; que él era un abusador de menores (un graduado de una universidad de la Ivy League había recibido de alguna manera esta extraña idea de uno de sus profesores); y que los términos “psicoanalítico” y “freudiano” son sinónimos, como si el conocimiento psicoanalítico no hubiera avanzado desde principios del siglo XX“.
Nosotros también coincidimos con Jonathan Shedler en que muchos de los descubrimientos realizados por Sigmund Freud, y otros psicoanalistas como John Bowlby, (Teoría del Apego), René Spitz (Síndrome de hospitalismo), Donald W.Winnicott (El objeto transicional), etc., y que han demostrado ser ciertos, se desconoce que son teorías psiconalíticas. A este respecto dice Shedler: “Muchas ideas freudianas ahora parecen tan comunes, de sentido común y dadas por sentado que las personas no reconocen que se originaron con Freud y que eran radicales en ese momento. Por ejemplo, la mayoría de las personas dan por sentado que vivir una experiencia traumática puede causar síntomas emocionales y físicos, que nuestra atención a los niños en los primeros años afecta profundamente nuestra vida adulta, que las personas tienen motivos complejos y a menudo contradictorios, que el abuso sexual de niños ocurre y puede tener consecuencias desastrosas, que las dificultades emocionales pueden tratarse hablando, que a veces encontramos faltas en los demás por las mismas cosas que no deseamos ver en nosotros mismos, que es explotador y destructivo para los terapeutas tener relaciones sexuales con los clientes, etc. Estas y muchas más ideas que son comunes en la cultura de cualquier psicoterapia actual son “freudianas”….la práctica de dar citas programadas regularmente a los pacientes se originó con Freud.
Pero el pensamiento psicoanalítico ha evolucionado radicalmente desde los días de Freud. …..El psicoanálisis evoluciona continuamente …. El desarrollo del pensamiento psicoanalítico no terminó con Freud más de lo que el desarrollo de la física terminó con Newton, o el desarrollo de la tradición conductual en psicología terminó con Watson“.
Otra aportación importantísima de Sigmund Freud es la existencia del Inconsciente. Sabemos con certeza que muchos procesos mentales no son conscientes.
También hay que señalar la influencia de las experiencias vividas en el pasado en la salud o enfermedad del presente. Como dice Shedler: “El pasado vive en el presente”. Escribe Shedler en esta publicación: Aprendemos, por ejemplo, qué esperar de los demás, cómo comportarse en las relaciones, cómo obtener cuidado y atención, cómo actuar cuando alguien está enojado con nosotros, cómo expresarnos cuando están enojados con nosotros, cómo hacer que la gente se sienta orgullosa de nosotros, lo que se siente tener éxito, lo que se siente al fallar, lo que significa amar, y así sucesivamente”.
A continuación añade este psicoanalista americano: “ Sin embargo, confieso que me resulta desconcertante cuando los seguidores de otros tradiciones terapéuticas inventan nuevos nombres para los fenómenos que los practicantes de psicoanálisis han reconocido por generaciones y luego proceden a discutirlos como si fueran nuevos descubrimientos“.
Nosotros también nos hemos encontrado con colegas de otras escuelas psicológicas que hablan de determinados fenómenos de la mente, ignorando que Freud u otros psicoanalistas ya descubrieron y publicaron hace muchos años acerca de ello. El dato es fácil de comprobar, basta con acudir a la Biblioteca o a la Hemeroteca.
(Editado por la Dra. Moya Guirao)
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