El miedo patológico a las tormentas o Astrapofobia y su tratamiento
El miedo extremo o pavoroso a las tormentas se denomina Astrapofobia. En el caso de ésta y otras fobias la incapacitación, el malestar y la ansiedadpueden ser muy grandes. Los razonamientos de que no existe un peligro real no ayudan mucho. La persona con fobia lo entiende, e inclusive se propone, una y otra vez, que llegada la situación fóbica la va a controlar o se “va a hacer fuerte”. Pero desgraciadamente el miedo vuelve a aparecer.
Nosotros recomendamos que en estos casos se realice un tratamiento psicoterapéutico para quitar la fobia con un buen psicoterapeuta, médico o psicólogo, con experiencia en el tratamiento de las fobias.
El miedo enfermizo y extremo a salir a la calle o a los espacios abiertosse denomina Agorafobia. La persona que padece Agorafobia experimenta gran temor y ansiedad si ha de separarse de los lugares protegidos, como su casa.
Etimológicamente el término Agorafobia deriva de dos palabras griegas, “agora” que significa plaza y “phobos” cuyo significado es miedo o temor.
El tratamiento de la Agorafobia y otras fobias la realizamos nosotros en nuestra consulta con psicoterapia dinámica o psicoanalítica.
que el acoso escolar o bullingafecta psicológícamente a los niños y adolescentes que lo han sufrido?
El daño puede manifestarse en el momento del bulling con ansiedad, depresión, insomnio, suicidio, malos resultados escolares, etc., o con secuelas posteriores, especialmente si el acoso es continuado.
El bulling o acoso escolar puede ir desde agresiones físicas a lenguaje que humilla, pasando por burlas y exclusión en los juegos o conversaciones. El acoso puede tener lugar en el recinto escolar o en cualquier otro espacio relacionado con él. Cuanto más edad tiene el niño más sutil suele ser el acoso.
En los últimos años se han realizado numerosas investigaciones sobre este tema, algunas de ellas realizadas por dos grandes expertas: la psicoanalista francesa Marie-France Hirigoyen y la canadiense Tracy Vaillancourt. Precisamente esta última fue la directora de un gran estudio longitudinal sobre acoso escolar realizado en Canadá, en el cual durante seis años se hizo un seguimiento de mil niños y adolescentes.
Las últimas investigaciones sugieren incluso que el acoso escolar puede relacionarse con cambios estructurales en el cerebro.
El acoso entre niños también puede darse en las redes sociales, tan omnipresentes en la actualidad en nuestras vidas. En este caso hablamos del cyberbullying.
en 1977 la escritora americana Erika Jong escribió una amena novela, que fue best seller, titulada “Miedo a volar“ ?
La protagonista de este libro padecía miedo a volar en avión, y en la novela se describe con bastante precisión lo que experimenta un sujeto cuando tiene que viajar en avión y como se va sintiendo a lo largo del vuelo.
El miedo a volar en avión es un tipo de fobia. Cuando la persona que tiene miedo a volar ha de realizar algún viaje en este medio de transporte tendrá ansiedad y dificultades para dormir (insomnio) desde los días o semanas previas. Si el viaje es de placer eligirá el tren o el automóvil, y destinos de vacaciones que no impliquen grandísimas distancias o cruzar el océano. Piensa una y mil veces en otras opciones con tal de no montar en un avión. Pero, si el viaje es de trabajo, y no le queda más remedio, todo tipo de temores e ideas negativas le asaltaran.
La ansiedad continuara en los momentos previos a embarcar y durante todo el vuelo. “La pesadilla“, como muchos fóbicos dicen, solo acaba cuando el avión ha tomado tierra y se encuentran en la terminal del aeropuerto.
Cuando están en su asiento en el avión se les puede ver lívidos, temblorosos, sudorosos, agitados, etc. Su pulso está muy acelerado (taquicardia), y si les preguntamos nos dirán que tienen unas tremendas ganas de salir corriendo, y de hecho algunos “escapan” desde la misma escalerilla del avión.
En cuanto al tratamiento con psicoterapia, decir que esta fobia se puede solucionar, aunque el resultado no se logre tan rápido como la persona desearía.
según una investigación, el uso de Benzodiazepinas durante el embarazo aumenta el riesgo de aborto espontáneo ?
Este mayor riesgo asociado con el uso de benzodiazepinas para tratar trastornos psiquiátricos y alteraciones del sueño durante el embarazo enfatiza la necesidad de realizar una evaluación exhaustiva de la relación beneficio-riesgo.
En el estudio citado, el uso de Benzodiazepinas durante el embarazo se asoció con un mayor riesgo de aborto espontáneo, incluso después de tener en cuenta factores relacionados con la genética y el entorno familiar.
Los investigadores utilizaron la base de datos de la Solicitud Nacional de Certificado de Nacimiento de Taiwán y la base de datos del Seguro Nacional de Salud. Los embarazos que resultaron en abortos espontáneos entre 2.004 y 2.018 se incluyeron en el grupo de casos y se compararon con individuos de control. Los datos se analizaron desde agosto de 2.022 hasta marzo de 2.023.
En esta investigación, se compararon las exposiciones a las benzodiazepinas durante el período de riesgo para cada embarazo, es decir, desde el día 1 al día 28 antes del aborto espontáneo, y dos períodos de referencia, del día 31 al día 58 y del día 181 al 208 antes de la última menstruación.
La investigación citada, titulada “Benzodiazepine Use During Pregnancy and Risk of Miscarriage” y dirigida por Lin-Chieh Meng, MS, de la Universidad Nacional de Taiwán, ha sido publicada en JAMA Psychiatry.
Pero, ¿qué son las Benzodiazepinas? Son medicamentos para elinsomnio y la ansiedad, que también poseen propiedades relajantes musculares y, en menor medida, anticonvulsivas. Entre las Benzodiazepinas más recetadas se encuentran Diazepam, Oxazepam, Bromazepam, Lorazepam y Lormetazepam.
El uso de benzodiazepinas durante el embarazo ha generado importantes preocupaciones desde hace tiempo, debido a los posibles efectos nocivos de este tipo de fármacos en los recién nacidos
en la 78.ªAsamblea General de las Naciones Unidas la salud mental y el bienestar se incluyeron en los objetivos de salud ?
En las reuniones celebradas en la ONU el pasado mes de septiembre, la salud mental se incluyó en las citadas declaraciones, junto con la cobertura sanitaria universal para el año 2.030, la reducción de la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles y la prevención y respuesta a las pandemias.
La declaración se resumió en la siguiente frase: “Reafirmar el derecho de todo ser humano al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental“. Desde hace tiempo, quienes trabajamos en el campo de la salud mental venimos insistiendo en la importancia de una buena salud mental para todos los seres humanos, situándola al mismo nivel que la salud física.
En esta declaración de la 78.ª Asamblea General de la ONU, también se puso de manifiesto cómo la pandemia de COVID-19 destacó la vulnerabilidad de los seres humanos en el confinamiento. Esta situación ocasionó Depresión, Ansiedad e incluso Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Además, los trabajadores de la salud que enfrentan a diario diversos desafíos en el lugar de trabajo y que trabajaron con tanta presión y agotamiento durante la pandemia se vieron afectados por diversos síntomas psíquicos.
Otra de las declaraciones de la última asamblea hace hincapié en la necesidad de luchar contra la Tuberculosis (TB), que a su vez también afecta en el campo de la salud mental, dado el estigma y la discriminación que pueden sufrir las personas que padecen la citada enfermedad infecciosa. Según la declaración de la ONU, la prevalencia de la depresión llega al 45 por ciento entre las personas con tuberculosis.
Por todo lo anterior, la ONU insta a los Estados Miembros a abordar el impacto de las enfermedades transmisibles y no transmisibles en la salud mental y el bienestar a través de la prestación de servicios de salud mental y apoyo psicosocial para lograr la cobertura sanitaria universal.
Sin embargo, para que los nuevos compromisos de las Naciones Unidas se cumplan, es necesario financiarlos. Esperemos que los diferentes gobiernos del mundo no duden en hacerlo.
No, no se considera una enfermedad. En ocasiones anteriores hemos comentado en estas páginas como a veces se popularizan “enfermedades” que no son tales. Por ejemplo, el síndrome postvacacional.
Con la publicación del DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) se suscitó un intenso debate a cerca de si incluir o no ciertos “trastornos”, como tales, o eran simplemente una de tantas variaciones de emociones, estados de ánimo, conductas, etc. que puede experimentar el ser humano sano.
Hoy nos referimos a la Nostalgía, que no es una enfermedad, pero que en determinado momento se la consideró como tal en ciertos círculos. Todo comenzó cuando Johannes Hofer, un joven médico recién graduado en la Universidad de Basilea (Suiza), presentó su tesina titulada “Dissertatio medica de nostalgia oder Heimweh“. Hofer creó el neologismo Nostalgia a partir de dos palabras griegas: nostos, que significa regreso, y algos que significa dolor.
El Dr. Hofer describió como muchos soldados suizos que servían en el extranjero tenían “ataques de nostalgia“, al recordar los paisajes, sonidos y alimentos de su país. Estos jóvenes que padecían “Nostalgia” tenían ansiedad,insomnio, anorexia (pérdida de apetito), taquicardias, palpitaciones, etc. Afortunadamente se curaban al poco tiempo de regresar a Suiza.
Durante ese siglo y el siguiente muchos médicos europeos estudiaron la nostalgia, y elaboraron diferentes teorías sobre el origen de la enfermedad de la Nostalgia. Algunas de las teorías fueron muy rocambolescas, como la que afirmaba que la Nostalgia estaba causada por lesiones en los tímpanos y en el cerebro por el incesante repiqueteo de los cencerros de las vacas alpìnas.
El estudio de la nostalgia también ocupó muchas páginas en los Estados Unidos. Se describieron numerosos casos de Nostalgia como enfermedad mental en los soldados de la Guerra Civil estadounidense. Parece ser que se registraron 5.213 casos de soldados con Nostalgía entre los soldados blancos, de los cuales murieron 58, y 334 fueron los soldados negros que padecieron Nostalgia, siendo 16 las muertes.
Inclusive, en el siglo pasado un profesor de la Universidad de Southamtom elaboró una test para medir la Nostalgia llamado “Escala de Nostalgia de Southampton“.
En la actualidad la Nostalgía NO se considera enfermedad mental.
según un estudio reciente las Benzodiazepinas y los Hipnóticos “Z” están asociados a una mayor probabilidad de neonatos pequeños (bajo peso al nacer) para su edad gestacional ?
Pero, las Benzodiazepinas y los Hipnóticos “Z” no producen una mayor prevalencia de muerte fetal o parto prematuro.
El citado estudio, titulado “Association between maternal benzodiazepine or Z-hypnotic use in early pregnancy and the risk of stillbirth, preterm birth, and small for gestational age: a nationwide, population-based cohort study in Taiwan“, ha sido publicado en The Lancet Psychiatry. El director del mismo ha sido Lin-Chieh Meng, de la Universidad de National Taiwan.
Las Benzodiazepinas ( Bromazepam, Alprazolam, Lorazepam, Lormetazepam, etc. ) y los denominados hipnóticos Z ( Zolpidem, Zoplicona, etc.) están indicados para el tratamiento de la ansiedad y el insomnio. En este estudio de cohorte se estudiaron los efectos adversos sobre el feto (mortinatos, nacimientos prematuros y pequeños para la edad gestacional) cuando los citados fármacos los tomaba una mujer embarazada en las primeras 20 semanas de gestación.
Los investigadores utilizaron la base de datos de solicitud de certificado de nacimiento nacional de Taiwán, la base de datos del seguro nacional de salud y la base de datos de salud materno-infantil, comprendidos entre el 1 de enero de 2004 y el 31 de diciembre de 2018. La muestra abarcó embarazadas de 15 a 50 años, con embarazos de un solo feto. Las mujeres que tomaron benzodiazepinas o hipnóticos Z durante el embarazo tenían una edad media de 31,0 años en el momento del parto, y de 30,6 años para las mujeres que no tomaron ansiolíticos o hipnóticos.
Las mujeres que tomaron Benzodiazepinas o Hipnóticos “Z” tenían una mayor prevalencia de trastornos psiquiátricos, y eran más propensas a tener estilos de vida menos saludables, en comparación con las mujeres que no tomaron los mencionados fármacos.