¿Sabías que…..
por primera vez, se ha comprobado que el Fentanilo, un potente opioide profundamente adictivo, puede causar gravísimas lesiones cerebrales que podrían ser irreversibles ?
En este pequeño artículo, nos vamos a referir a un estudio publicado recientemente en el BMJ Case Reports.
El caso publicado en la citada revista científica es el de un varón de 40 años sin antecedentes médicos conocidos que fue encontrado inconsciente. La prueba de detección de fentanilo en orina fue positiva, con un nivel de 137,3 ng/ml. Al ser examinado por los médicos, presentaba obnubilación, no respondía a las órdenes verbales y se retraía ante los estímulos dolorosos. La resonancia magnética del cerebro mostró una hiperintensidad (FLAIR) simétrica en la sustancia blanca supra-tentorial bilateral, el cerebelo y el globo pálido, lo que llevó a un diagnóstico de leuco-encefalopatía inducida por fentanilo.
Tres días después del ingreso, el paciente pudo realizar un seguimiento, responder a la voz y seguir ordenes básicas. Después de 26 días de hospitalización y rehabilitación, el paciente regresó a su hogar en Seattle, aunque le quedó una amnesia respecto al incidente. Ahora bien, ¿Qué pasará a largo plazo?
El fentanilo, una droga barata y 50 veces más potente que la heroína, representa un importante riesgo para la salud. Como se ha visto en el caso citado, la inhalación de fentanilo puede desencadenar una inflamación cerebral extensa, poniendo en peligro la vida y la función cognitiva.
Chris Eden, residente de segundo año en Medicina Interna en la Facultad de Medicina de Universidad de Oregón, en Portland (Estados Unidos), y parte del equipo que trató al paciente, señaló que este caso involucró a médicos de medicina interna, neurología, neuro-radiología y cuidados paliativos, además de enfermeras, trabajadores sociales, planificadores de altas, fisioterapeutas, dietistas y farmacéuticos. Gracias a esa coordinación, el paciente evolucionó favorablemente.
Recordaros, que esta potente droga convierte a los adictos que la consumen en una especie de “zombies“.
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(Editado por la Dra. Moya Guirao)