Con motivo del Día Mundial de la Seguridad del Paciente editamos un pequeño artículo que pueden ustedes encontrar pinchando el enlace siguiente: http://psicoterapeutas.eu/dia-mundial-de-la-seguridad-del-paciente-2/
Coincidiendo con la citada celebración el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid elaboró un Decálogo, el cual queremos hoy comentar en esta página.
La primera recomendación dice que “La seguridad clínica ee una dimensión esencial de la calidad aistencial. El médico en su práctica clínica debe aplicar estrategias para minimizar riesgos y reducir daños innecesarios al paciente asociados a la asistencia sanitaria“. Opinamos que sería mejor decir “evitar daños innecesarios“.
La segunda recomendación de este decálogo dice así: “La seguridad del paciente es una responsabilidad de todos los agentes involucrados“. Efectivamente la seguridad del paciente va a depender, no solo del médico y otros profesionales sanitarios, sino también del paciente, sociedades científicas, gestores sanitarios, etc.
La recomendación número tres es la referente a la importancia de compartir la información entre ámbitos asistenciales para evitar errores.
La número cuatro señala la importancia de las prácticas seguras como el lavado de manos, identificación del paciente, uso racional de medicamentos, etc.
La quinta recomendación dice textualmente: “Mejorar la seguridad depende de un aprendizaje continuo“. El aprendizaje continuo a cualquier nivel es importantísimo en nuestra profesión.
En sexto lugar encontramos la siguiente recomendación: “Apoyar a pacientes, familiares y cuidadores“. Especialmente en lo referente a la información que deben proporcionar.
La séptima recomendación hace referencia a la “investigación e innovación como herramientas fundamentales de mejora“.
La recomendación número ocho nos gusta mucho y pensamos que es de capital importancia. Dice así: “Sin notificación de incidentes de seguridad y errores de medicación, no se puede mejorar. La complejidad de la atención sanitaria y la vulnerabilidad del paciente hacen probables los incidentes de seguridad. Su comunicación ayuda a identificar problemas, a analizarlos y a aprender“.
La novena recomendación también nos parece muy oportuna, pues desgraciadamente a veces, por ejemplo, se abusa en la petición de pruebas diagnósticas, con la consiguiente, como mínimo, molestia para el paciente y el elevado gasto que ello supone. “Evitar intervenciones innecesarias. Hay que identificar, difundir y promover la no realización de prácticas que no aportan valor, e incluso pueden afectar de forma negativa en la calidad de la atención“.
Por último, la décima recomendación: “Los médicos debemos procurar una atención segura. La seguridad del paciente es un componente esencial de la buena práctica. Incluye actividades conducentes para evitar eventos adversos en la atención de la salud“.
(Editado por la Dra. Moya Guirao)