¿ Sabías que…..
según publicó Margaret Mead en su libro “Adolescencia, sexo y cultura en Samoa” la prueba de la virginidad, a la que debían someterse todas las jovencitas de este lugar al casarse, era un requisito legal ?
Decía esta antropóloga estadounidense en el citado libro : “la virginidad constituye un atractivo más en la joven; el enamorar a una virgen se considera una proeza mayor. el novio y sus parientes, la novia y los suyos , adquieren prestigio si ésta resulta virgen……El día de su matrimonio, delante de toda la gente, en una casa brillantemente iluminada, el jefe de la casa del novio aceptará las pruebas de la virginidad de la novia“.
De esta prueba quedaban excluidas las “tapuos“, que eran una especie de princesas ceremoniales elegidas por cada uno de los jefes de entre las jóvenes de su grupo de parientes.
En muchas culturas la virginidad era considerada como algo muy importante, de ahí que este tipo de pruebas fueran usuales en el pasado. Inclusive en muchas cortes europeas, hasta fechas no muy lejanas, se exigía a las futuras consortes de los reyes que fueran vírgenes.
En España aún continúan realizando esta práctica los gitanos como parte de sus tradiciones. En las bodas gitanas una anciana mujer es la encargada de rasgar el imen intacto de la novia e impregnar un pañuelo blanco con las gotas de la sangre que mana. A continuación dicho pañuelo será mostrado a los invitados como prueba de la virginidad de la novia.
(Editado por la Dra. Moya Guirao)