Los niños experimentan angustia frente a la posibilidad de la muerte de los padres, la suya propia o la de otros familiares.
Pregunta : Mi niño de 8 años tiene miedo a morir. ¿Qué se lo puede causar? Lee mucho, es inteligente y me hace planteamientos sobre la muerte que me deja asombrado. En el hogar no hablamos de este tema.
Respuesta : A partir del momento en que se desarrolla la capacidad de razonamiento lógico en el niño (esto suele ocurrir alrededor de los 7 años), éste empieza a interesarse por temas “existenciales” como la muerte u otros, y generalmente con angustia frente a la posibilidad de la muerte de los padres, la suya propia o la de otros familiares. Realmente las primeras preguntas suelen comenzar sobre los tres años, es decir cuando tiene las primeras noticias de que una cosa es dormir y otra morir, pero al no ser aun capaz de entender el concepto de lo irreversible de la muerte, sus preguntas o sus pensamientos sobre la misma no se acompañan de angustia.
En principio es algo bastante común y solo sí la ansiedad es excesiva los niños requerirán ayuda psicoterapéutica.
Aunque en casa no se hable del tema tarde o temprano los niños conocen de su existencia: cuentos, canciones, películas, muerte de su mascota o de cualquier animal, muerte de algún amigo o familiar cercano, etc.
Es aconsejable no eludir el tema, sino hablar de ello con naturalidad y sencillez, respondiendo lo mejor que podamos a las preguntas que nos plantee el niño. De está forma, irán entendiendo y aceptando algo tan inevitable como la muerte, y cuando esto ocurra la ansiedad probablemente desaparecerá; pero de no ser así será conveniente la valoración por parte de un psicoterapeuta.
Finalmente le vamos a decir tres frases que la famosa psicoanalista de niños francesa FranÇoise Dolto respondió en su programa de radio a las preguntas que le hicieron sus oyentes sobre este mismo tema. Las frases para decir a los niños que ella sugirió fueron las siguientes :
“Morimos, sencillamente, porque vivimos”
“Quedate tranquilo, solo morirás cuando hayas terminado de vivir”
“Todo lo que vive muere”
(Editado por la Dra. Moya Guirao)