Timidez y miedos

timidez y miedo
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La timidez y los miedos pueden ir juntos en algunos niños.

Pregunta : Hola, tengo una niña que va a cumplir 8 años, es muy buena niña, bien portada y muy disciplinada, pero hay algo en ella que como mamá me preocupa, es muy tímida. Todo le da miedo; va a clases de natación, y a pesar de saber nadar le tiene mucho miedo a tirarse, aunque sea un chapoteadero.

También le tiene miedo a los perros, a la oscuridad, a llegar sola a un lugar, aunque ya conozca a los que ahí habitan. Sus maestros comentan, que aunque sabe las respuestas no participa a menos que se le pregunte directamente; incluso para ir a una fiesta le da miedo ir sola. ¿ A qué se deberá este temor a todo ?

Respuesta : La timidez y los miedos a veces van juntos en algunos niños.

Hay niños tremendamente osados y casi temerarios, por el contrario, en el otro extremo, otros se muestran asustadizos frente a cosas o situaciones que no entrañan ningún tipo de amenaza o displacer, y en ocasiones socialmente tímidos. Entre ambos encontraremos una amplia gama.

Las causas por las que un niño padece miedos mayores de las que les corresponderían para su edad son variadas. Citaremos dos a modo de ejemplo:

a)-En algunos casos uno de los dos progenitores o un familiar cercano es muy asustadizo y eso hace pensar al niño que el mundo en el cual vivimos es muy “peligroso”.

b)-Otras veces la causa es que el niño se siente “muy pequeñito” y aun incapaz de valerse por sí mismo, por lo que continuamente demanda la protección de los padres para que le protejan de sus miedos, y así suelen decir “acompañame tu mamá”, “sí tu vienes yo si voy”, “no voy a ser capaz”, etc.

Además estos niños suelen ser sensibles a las crítica y a la desaprobación, siempre temen ser juzgados.

A veces estos miedos se solucionan sin necesidad de tratamiento con cierta ayuda por parte del entorno. Es importante escucharles y que el niño hable de lo que le atemoriza, invitarle a tomar iniciativas, a elegir, a asumir responsabilidades y, en una palabra, a crecer.

Aunque, estos niños suelen ser emocionalmente inmaduros, dependientes y suelen tener problemas de confianza y autoestima, esto es lo que da lugar a que algunos de ello necesiten apoyo psicoterapéutico.

Nunca debemos burlarnos de sus miedos, ni hacerles sentir que son tontos o cobardes, ni menos aun menospreciarles por lo que experimentan.

 

(Editado por la Dra. Moya Guirao)

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