Según Sigmund Freud la transferencia es un proceso por el cual durante el curso del análisis el paciente proyecta sus sentimientos infantiles en la persona del analista. La Transferencia es un fenómeno inconsciente.
Pregunta : Necesito que me ayuden a identificar una estrategia de intervención en un caso en que se presenta la Transferencia y la Contratransferencia desde el psicoanálisis (la paciente de enamora del psicólogo y a su vez este de su paciente). El caso es el siguiente:
Carlos es un psicólogo de 32 años de edad que recibe a Marcela, una paciente en su consultorio. Marcela es una diseñadora de modas de 27 años de edad, hija única, que quedó huérfana desde los 8 años y atraviesa por un cuadro depresivo por la muerte de su madre con quien vivía y amaba entrañablemente; el psicólogo concreta una línea de tratamiento que consistiría en varias sesiones una por semana.
Una vez todavía no finalizado el tratamiento Carlos se encuentra a su paciente en una discoteca, y bailan juntos, después se retiran y se van a un café a charlar, Carlos le dice que no pueden tratar temas referente a su tratamiento y además trata de dejarle claro a Marcela que una cosa es su profesión y otra es su vida personal y como es fuera del consultorio, ella lo entiende y charlan como un par de personas tratando de entablar una amistad.
El tratamiento sigue su curso más o menos un año y Carlos lo da por finalizado y Marcela se siente satisfecha con el mismo; tiempo después como mes y medio Marcela llama a Carlos para invitarlo a salir como amigos y este acepta pensando que el tratamiento ya paso, le vuelve a advertir que su profesión debe quedar a un lado y ella vuelve a coincidir; después de este encuentro empiezan a frecuentarse hasta el punto en que formalizan como pareja.
Necesito una aproximación a la elaboración de un sistema causal y plantear la estrategia de intervención, a partir de un instrumento(entrevista, dinámica o test)que me sirva para la solución de este caso.
Les agradezco de antemano su colaboración
Un abrazo,
J.
Respuesta : El primer lugar decir que la Transferencia es un fenómeno inconsciente descubierto por Sigmund Freud, el padre del Psicoanálisis, por el cual una persona proyecta sobre otra, en el momento presente, sentimientos, deseos o actitudes del pasado, los cuales en origen estaban ligados a otras personas.
Sobre la el concepto de Transferencia tenemos editado un breve artículo, y sobre la definición y concepto de Contratransferencia tenemos pendiente su publicación.
El Código Deontológico de médicos y psicólogos contiene una serie de normas muy estrictas que hay que respetar SIEMPRE, y jamás olvidar.
En el transcurso de un tratamiento psicoterapéutico el psicólogo y el psiquiatra deben permanecer siempre TOTALMENTE al margen de la vida de sus pacientes. Con posterioridad al tratamiento, y durante bastantes años, debe también mantenerse lo anterior.
Pero, ¿cómo se procede en el caso de que un paciente haga lo que se conoce en psicoanálisis como “Transferencia erótica” ?. En este caso, el terapeuta debe interpretar y resolver este tipo de transferencia para poder seguir con el tratamiento.
En el caso de que el psicoanalista tenga lo que de denomina una “Contratransferencia erótica” debe proceder de la siguiente manera:
- Derivar al paciente con otro compañero, explicando al paciente el porque de dicha derivación.
- El terapeuta debe acudir a su propio psicoanalista para resolver la contratransferencia.
Pero, veamos el caso concreto que usted nos dice. En primer lugar, cuando el psicólogo se encuentró a su paciente en la discoteca debió haberse limitado a saludarla cortesmente, y nada más. No debió ni bailar con su paciente, ni después irse con ella a conversar a una cafetería.
En segundo lugar, como hemos dicho al comienzo de este artículo, han de transcurrir años durante los que la relación entre un psicoanalísta y su ex-paciente debe ser como si aun estuviese en terapia, es decir, no debe haber relación de amistad ni ningún otro tipo de relación entre ellos.
Con frecuencia hemos visto en ciertas películas como directores y guionistas, no adecuadamente asesorados, trataban erróneamente esta temática. Se suelen “saltar a la torera”, como vulgarmente se dice, el más elemental código deontológico, por ejemplo, en la inefable película de Barbra Streisand y Nick Nolte titulada “El Principe de las mareas”, es un completo despropósito desde la ética profesional lo que ocurre en dicho film.
(Editado por la Dra. Moya Guirao)
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